Diseño industrial made in Argentina

Un equipo de diseñadores juega con los materiales, los saca de contexto, los reutiliza, los trata con humor, ironía y respeto. Y lo que resulta es una propuesta estética de objetos de uso cotidiano que tienen el sello particular de su grupo creador: Bondi.

Dicen ellos: “Bondi porque es un viaje, porque es argentino, porque conectan, porque son comunitarios, porque son coloridos y adornados, porque se mueven y porque se puede subir y bajar quien lo desee”. Dicen ellos -un grupo de diseñadores industriales local oriundos de la Zona Sur del Gran Buenos Aires- sobre sus obras, piezas de diseño, pensadas, de uso cotidiano, algunas muy prácticas, otras una locura. Basta ver su Planta Parlante, un sistema de amplificación de escritorio hecho con macetas de cerámica, con parlantes adentro, cables y pasto sintético que los esconde; o La mano que toma, un perchero realizado a partir de descartes de muñecos y maniquíes (ya es bastante conocida aquella imagen de la mano a modo de toallero); así como también el mobiliario urbano y de jardín en diseños de hormigón, tratado con un proceso especial que otorga a las piezas una terminación perfecta, como los bancos y almohadones de cemento para exterior, y la graciosa familia de enanos de jardín, sin cabeza. Maravillosos.

La base de operaciones de este grupo de diseñadores se encuentra en el barrio de Temperley. Allí crean, bocetan, fabrican y producen estos objetos con alma, con grandes ideas sin pretensiones, con los materiales que van surgiendo, con todo lo que tengan ahí a su alcance, pensando siempre en la máxima duración de las piezas y en la sustentabilidad.

Todas sus líneas se pueden adquirir visitando su página web, donde ellos explican en detalle los materiales utilizados para cada objeto, sus dimensiones y peso, su autor, precio, si es edición limitada, y si hay o no en stock. Además es muy divertido leer lo que ellos mismos dicen sobre cada producto, el porqué de cada nombre. Como los mantelitos de PVC (“carpeta, mantelito, centro de mesa; hechos por mi abuela cósmica, con sus agujas de tejer sónicas”).

Entre sus diseños más interesantes, se encuentran también las pantallas o tulipas Eran unos flanes, hechas con silicona; o los floreros de Cristal de Maciel, cristal sintético trabajado de manera artesanal. Una sinfonía de locuras creadas en grupo, desafiando las leyes estéticas e innovando en el uso de materiales. Difícil de clasificar. Y eso es lo que menos importa, y a la vez su gran atractivo.


Porque, dicen ellos: “somos como una banda de rock, que en vez de hacer canciones, hace objetos (y además no sería rock)”.


Via Glamout (http://www.glamout.com/notas/148503-diseno-industrial-made-in-argentina)